Descubra las ventajas de briquetar los residuos de virutas de madera de los talleres de carpintería.
Ahorre recursos y aumente los beneficios..
Las briquetas ofrecen una reducción significativa del volumen (dependiendo del tipo de material) al compactarse a presiones muy altas en comparación con las virutas. Hacen que los entornos de trabajo sean mucho más organizados y eficientes, con la posibilidad de nuevos espacios de almacenamiento para productos y líneas de producción, al tiempo que reducen la mano de obra.
Las briquetas permiten una manipulación muy fácil y práctica, reduciendo los costes de transporte interno y externo (uso de carretillas elevadoras y, en consecuencia, el tiempo que los operarios dedican a recoger virutas, residuos y chatarra en general).
Las briquetas fabricadas con virutas de madera, papel, paja, algodón, otras fibras naturales y otros materiales, proporcionan calefacción independiente, pueden comercializarse reduciendo los costes de producción y, por tanto, representan una valiosa fuente de ahorro e ingresos.
Las briquetas reducen el impacto ambiental debido a la condición y el estado de los contenedores o lugares de recogida, que a menudo no están en buenas condiciones.
Las briquetas de madera, papel, paja, algodón, otras fibras naturales y otros materiales permiten una mejor combustión en calderas y chimeneas gracias a su excepcional capacidad térmica. Como resultado, el rendimiento se optimiza significativamente con una menor producción de humo y un residuo postcombustión muy bajo.
Las briquetas permiten concentrar grandes reservas de energía en un pequeño volumen con un considerable ahorro ecológico. Durante la combustión en calderas y chimeneas, las briquetas (por ejemplo, de madera o algodón) aumentan considerablemente el rendimiento debido a la característica fundamental de compactarse a muy alta presión. Debido a su excepcional capacidad calorífica (rendimiento medio de la briqueta de madera 4000/4500 kgcal. en comparación con la leña 2000/2300 kgcal.), retienen el calor durante más tiempo, manteniendo una temperatura elevada en el interior del hogar de la caldera. Debido a sus características fisiológicas, las briquetas son un combustible sostenible desde el punto de vista medioambiental, ya que producen poco humo, tienen una alta densidad, un bajo contenido de humedad y arden más lentamente y casi por completo con un residuo postcombustión muy bajo. Las calderas y chimeneas son más limpias y requieren menos mantenimiento.